Sexo en la ciudad (pongamos que hablo de Madrid)
Tarde tonta ayer en casa de una amiga con un plan de piscina abortado por el mal tiempo, acabamos cambiando los botes de protector solar por una botella de ginebra Magellan a las 20:00 de la tarde.
Como suelta la lengua el alcohol. Una de las amigas que allí estaba se tiraba de cabeza y con carrerilla desde el trampolín de las confesiones. Caían en cascada una detrás de otra, yo asentía con naturalidad, reforzando que se siguiera sintiendo a gusto. Lo que ella no sabía era que me estaban poniendo como una moto sus declaraciones. Que hablase con esa frescura de lo cómoda que se sentía siendo sumisa o ciertos detalles relativos a felaciones estaba provocando inevitablemente que empezara a notar viscosidad en la entrepierna. A mi derecha, mi querida Bella intentaba también disimular lo entrecortado de su respiración, sé perfectamente que también se estaba excitando y pude notarlo en su tono de voz cuando comentó en voz alta como en ocasiones tenía orgasmos dormida y se despertaba en el preciso momento en el que se corría.
Pero sin duda alguna, el momento álgido fue cuando la otra amiga confesó que con su última pareja había experimentado "orgasmos físicos". En un primer momento no entendía de que se trataba, y resultó que se estaba refiriendo ni más ni menos al squirt. Es la segunda mujer - además de mí misma- que conozco que lo ha experimentado y ponía las mismas caras de revelación que tenía yo al principio. Coincidimos en percepciones, en notar algo tan sumamente intenso que tienes que suplicar a tu compañero que afloje porque estás convencida de que de un momento a otro acabarás desmayándote.
Me volvió loca. Mientras lo relataba la imaginaba desnuda y abierta de piernas junto a un hombre sin rostro masturbándola con fruición. La contemplaba con los ojos entreabiertos y hasta viendo losmúsculos de sus muslos destensarse para aflojar y permitirla dejarse ir, eyacular hasta el infinito, donde ella quisiera o pudiera ese día. Como en esos vídeos que me gusta ver de vez en cuando... o esas imágenes que me regalan ciertos espejos de mi misma. Anoche me daba infinitamente más morbo imaginarla a ella. Cuánto me habría gustado estar de voyeur y tocarme silenciosamente tras la puerta mientras lo contemplaba...
Mi Bella decía querer también sentirlo. Ay mi niña, ya te lo dije, tan sólo tienes que dejarte llevar...
Escoge un hombre con quien tengas confianza y céntrate sólo en las sensaciones que te brinda tu cuerpo, no reprimas nada que pulse por salir de tu interior. A día de hoy yo sigo sorprendiéndome con las reacciones del mío, y hace poco, de la forma más inesperada, me noté eyaculando en medio de una penetración, con la consecuente alegría de mi compañero quien también tuvo la suerte y el placer de notarlo.
Es tan especial... Es la mejor sensación que se puede tener como mujer en el sexo...
M.