Puta
¿Qué significa esta palabra?. Más allá de la definición que pueda darnos la RAE y que por todos sabida es, este bonito vocablo tiene 3 acepciones a mi buen entender:
1- Mujer que ofrece relaciones sexuales a cambio de dinero o de un claro beneficio económico sin mediar más interés a priori por la otra persona. 2- Término peyorativo o insulto proveniente de la acepción anterior al ser considerado como algo denigrante y censurable. 3- Mujer que, sin intercambio económico mediante, tiene una actitud sexual liberal, segura, directa y confiada. Suele utilizarse con frecuencia en el mismo sentido que "guarra" o "viciosa"
Debo decir que ninguna de estas tres acepciones (insisto, cosecha propia) es a mi parecer negativa. Me explico:
La primera de ellas es lo que comúnmente se entiende como prostituta, meretiz, ramera, cortesana, fulana, escort, lumi... Es decir, mujeres cuyo producto en venta es su cuerpo, y su servicio la actividad sexual. Es decir, yo soy puta. Y me consideraría ya puta sin necesidad de acostarme con nadie, únicamente por los shows que he hecho con la webcam. Mostrando mi cuerpo desnudo y mi comportamiento sexual, a cambio de dinero. Existe además otro tipo de puta aceptada socialmente, por el sencillo motivo de que el beneficio económico que recibe procede siempre de la misma persona. Habitualmente están casadas o mantienen una relación formal con su cliente, no hay sentimiento alguno por él más allá del cariño que se pueda originar en una (buena) conviencia y el paso del tiempo. Conocí de cerca hace unos años a una pareja, en la que él, ejecutivo de renombre, absoluto adicto al trabajo que apenas dormía 1 o 2 noches a la semana en casa, y remuneración anual superior a los 2 millones de euros, había montado un negocio llamado "Sociedad de Gananciales" con una mujer por la que no sentía nada más que (supongo!) deseo sexual y principalmente, le aportaba cierto status social y aire de normalidad al darle una familia y limpiar mínimamente su imagen de tiburón de los negocios. Ella, niña de familia bien sin más oficio que regentar un par de horas diarias la tienda de decoración del Bº de Salamanca que sus padres le habían montado hasta que se "colocara", vio la oportunidad de tener un nivel de vida a todo tren contratando tres pólizas de seguro llamadas Juanito, Jaimito y Jorgito. Deberíais haber visto las miradas de aborrecimiento de ella cuando él no la veía, y su transformación en alguien encantador en presencia de cualquier persona que pudiera interesarles a ambos (verdaderamente se le daba bien el papel de ensalzar a su marido). Y no era menos puta que yo, pero sí infinitamente mejor vista.
El segundo término no es en mi caso ningún insulto, puesto que es mi decisión ofrecer mi cuerpo a cambio de dinero. Únicamente en el caso de las pobres chicas que se ven obligadas a prostituirse, encima de todo lo que sufren, el que sean insultadas por algo que ejercen en contra de su voluntad hace que resulte aún más mezquino. Quien me llame puta en ese sentido no me ofende, no me importa, es como si me llaman castaña, bajita o caderona. ¿Y?
Y la tercera acepción, la génesis de este post, tema de discusión tantas veces tratado con mi querido P. : Ser puta es , ante todo, una actitud. Es, desde mi punto de vista, una maravillosa metonimia por la cual la actitud liberal, ausente de límites, remilgos o prejuicios que se le presume a las prostitutas va siendo adoptada por mujeres "decentes" con las que nos relacionamos a diario: la recepcionista de la oficina; la profesora del cole; mi dentista; la administrativa en Hacienda y la catedrática de la Complutense... Yo ya era puta hace 10 años, y sin embargo hasta hace 6 meses nunca había recibido dinero por ello. Ser puta implica pedir sexo cuando lo desee, ir en el coche con un hombre que me lleva a cenar y coger su mano en un momento dado para colocarla en mi entrepierna, retirar mi lencería, que acaricie mis labios, empape mi humedad y la lleve a mi boca para lamerlo, disfrutar su sabor y su mirada de deseo. Ser puta es invitar a mi amante a casa a cenar y convertirnos en el primer plato mientras el resto de la cena se queda helada. ¿Para qué esperar, si es lo que nos apetece? Ser puta es disfrutar consumiendo porno y compartirlo. Sentirme puta mientras me compro lenceria y me excito, si, me humedezco, mientras pienso en qué situación voy a usar las prendas, cual va a ser la reacción que vean mis ojos, como voy a cabalgar con el sujetador por la cintura. Me siento puta cuando me excito repentinamente en el trabajo por el stress habitual, no lo reprimo, dejo lo que estoy haciendo y voy al baño, me hago una foto y te la mando recordándote algo que hicimos la última vez. También me siento puta al evocar la vez que me penetraste en la cabina de un peep show mientras ella nos invitaba a pasar al reservado, a apenas medio metro separados por el cristal. O la primera vez que fui a un club de intercambio y cómo a la media hora tenia 4 hombres desnudos a mi alrededor, teniendo la sensación de llevar haciéndolo toda mi vida. Ser puta es que me pidas sexo y me apetezca tanto o más que a tí...
Ser puta es haber aceptado mis limitaciones (principalmente físicas), que, ojo, una vez aceptadas, ni tan siquiera me limitan, haber establecido la frontera que no quiero traspasar siempre con un absoluto respeto hacia mi partenaire, y desde ahí, disfrutar enteramente TODO lo que me encuentre por el camino: hombre(s), mujer(es), tríos, clubs de intercambio, travestis, juguetes, fluidos, sitios, situaciones, riesgos... Sexo con desconocidos, el placer por el placer sin más implicación ni complicación.
Marina era la evolución natural en esta actitud, y a esto me refería en mi primer post cuando decía que siempre había querido ser puta... Siempre deseé llegar al nivel actual en el que disfruto mi sexualidad con una libertad infinita. Para que os hagáis una idea, es tal mi nivel de asunción que tengo claro que si mi familia en algún momento descubriera esta faceta mía, no lo negaría. Esta soy yo, yo me he aceptado, hacedlo vosotros si me queréis. Esta faceta de Marina no afecta en absoluto a mi faceta familiar, ni viceversa. Ser puta, en realidad, me hace ser una persona más completa.
De modo que puta, y a mucha "honra"
Marina