Mis despertares
Hoy ha sido uno de esos domingos que empiezas con resaca y sin hora para levantarte de la cama. Cuando por fin despiertas, a eso de las 14, lo haces añorando alguien que te acompañe bajo el calor de las sábanas y acaricie tu tibieza.
Un compañero de juegos matutinos a quien poder sentir aún medio embriagada por el sueño.
A falta de ese alguien que me acaricie, lo hago yo misma, pausadamente, comenzando por coger un pañuelo de gasa y dejarlo caer apoyado en mi hombro. Juego a colocarlo de diferentes formas, contemplando como según el reflejo de las luces las transparencias bromean con el deseo, el tuyo y el mío. El mío, al sentir el roce de la suave tela sobre el pezón. El tuyo, anhelando el momento en el que la tela resbale por completo. ¿Vas a interrumpir la lectura y a bajar el scroll hasta el final para ver donde acaba el pañuelo?
Voy a ser muy generosa, hoy estaba juguetona y tuve que jugar yo sola. He querido compartirlo y que con ayuda de las fotos, fantasees esa primera parte de mi fiesta privada.
Estas imágenes son una "colección temporal", llevaba tiempo sin subir fotos y creo que se agradecerá algo de material contemporáneo, aunque sea casero... Me guardo otra tanda para otro día... ;)
Dulces, dulces despertares los míos en domingo... Encantada de compartirlos.
M.