La Elegida
Entre mis motivaciones para tener esta vida de escort, he avanzado desde el principio el morbo, la curiosidad, el vicio, el hambre de experiencias y el interés por el dinero. Se dan todas por igual y ninguna tiene poder suficiente como para poder excluir a las demás, si así ocurriera, terminaría la esencia de Marina.
Pero nunca había hablado de la más importante, la que aglutina a las 5 anteriores y las cubre como si de un paraguas se tratase. Es una sensación adictiva y que posiblemente entrañe alguna tara en el desarrollo de mi autoestima , o no... Es , sencilla y llanamente, saberte "La Elegida".
Os desgranaré el porqué de esta motivación. Ambientemonos. Sitio de copas cool de la capital. Guapos y guapas pasándolo bien con el quizás oculto objetivo de llevarse un poco de sexo esa noche a casa. Marina con una amiga toma un Gin Tonic al compás de la música hasta que se les acercan dos interesantes caballeros , pongamos que de su edad. Charlan, ríen, bailan, las copas caen, las horas pasan, y uno de ellos se lanza a rematar la faena.
Ese sujeto X... ¿por qué motivo concreto intenta "cerrar posiciones" conmigo? Simple: lleva toda la noche trabajándolo, el destino quiso que su mirada se cruzara con Marina, en vez de hacerlo con Paula, Laura o Lucía. De haberlo hecho, quizás ahora estaría intentando rematar con una de ellas.
Es decir: azar, en primer lugar, y en segundo, aunque no sea la mujer que más le guste, interese o ponga, soy la que más le ha permitido avanzar en el camino esa noche. Si decidiera no estar conmigo, empezar de cero con otra requeriría esfuerzo, paciencia y tiempo, mas no olvidemos que la noche no es eterna... Permitidme una frase muy burda pero que creo cierta al 100%: en ese momento sería, visto desde fuera, la vagina más cercana al caballero que estuviera disponible. Y totalmente intercambiable por otra.
Entenderéis que este planteamiento actúe de revulsivo para que mi yo real ligue por la noche, hace años que no lo hago. Para mis "urgencias" sexuales en la era pre-Marina tuve la suerte de contar con muy buenos amantes fijos, más o menos disponibles, por los que merecía la pena esperar a que nuestras agendas cuadraran. A día de hoy, en otra etapa de mi vida en la que no hay novios, amantes ni amigos con derecho a roce, sigo teniendo necesidades sexuales que planteo satisfacer viéndome con hombres que, pudiendo elegir entre cientos de escorts, me eligen a mí. Y no a la muñeca hinchable articulada más próxima...
Analicemos de forma general las cifras: Una de las webs que más chicas anuncia, muestra 343 escorts en Madrid, de las cuales 39 tenemos más de 30 años y 32 actuamos como independientes. Tenemos tarifas y fisionomías muy distintas, las hay más altas o mas exuberantes que yo. Con imágenes mas guerreras o lascivas. Con tarifas más reducidas. Hay tantas y tantas opciones...
Pero algo te lleva a pinchar el enlace que te trae a este blog. Lees y empiezas a dotarle contenido a las imágenes que captaron tu atención. Posiblemente te guste la actitud forjada por la edad y las experiencias, la visión del sexo que tengo, mi forma de narrarlo, el hecho de que no sea mi profesión exclusiva... Es curioso, porque a partir de los 30 la mayoría de la gente no buscamos sólo cuerpos, buscamos ese "valor añadido". Lees mucho o poco, pero si lo suficiente para llevarte a una decisión con pleno convencimiento: contactarme.
Insisto: tienes otras 342 opciones. ¿Estás seguro?
Si... lo estás. Porque tras la lectura del blog frente a este inmenso Edén lleno de impresionante árboles frutales, quieres darte el premio e irremediablemente, eliges mi manzana, la que te ofrezco en el encabezado de este post. Estás ilusionado, emocionado y excitado a partes iguales, quizás hasta un poco nervioso. Las otras 342 escorts ahora mismo no existen y sólo fantaseas si seré como mi manzana, el punto de acidez o dulzura, mi brillo, la textura, el olor...
Por todo lo explicado anteriormente, este blog, y de una forma bastante accidental, cumple su cometido al proporcionar ingente información sobre mí. En estos meses de andanzas, he comprobado que las personas que se citaban conmigo tras haber leído mis entradas, venían tan motivadas a pasar un rato inolvidable juntos que se creaba un clima de complicidad e intimidad único.
El efecto que me produce es adictivo, y no acabo de discernir si es bueno o malo: resulto tan atractiva a los ojos de una persona, gusto tanto a alguien, no solo por ser un cuerpo más de las tantas que decoran el Paraíso, que ese alguien está dispuesto a desembolsar una cantidad nada despreciable de dinero por estar conmigo. Casi da hasta algo de vergüenza escribirlo. Una cena y dos horas conmigo superan ampliamente el SMI y quizás a ese ejecutivo que tarifica su hora de trabajo a 300 euros no le supone tanto esfuerzo como a otra persona, pero paga el litro de leche y de gasolina al mismo precio que tú y que yo y maneja los mismo indices que nosotros. "Esto" es precisamente la antítesis de la escena del local de copas. Es una sensación maravillosa, cargada de emotividad y responsabilidad. Todos estudiamos con detalle en qué vamos a gastar el fruto de nuestro trabajo... había 342 opciones... me elegiste a mí.
Me siento tan especial, tan distinta, tan única. Tan plena, tan capaz de poder entregar experiencias a otras personas...
Gracias...
M.