Es tan bella...
Tengo una nueva amiga desde hace unos meses. Es tan tan tan bella. Es bellísima por fuera, una mujer de rompe y rasga, pero también es espectacular por dentro. Formamos un tándem que llama la atención donde quiera que vayamos, No sólo por tratarse de dos mujeres guapas juntas, va más allá. El aura que conformamos se irradia, se ve, se nota. Me encanta cuando nos miran estando juntas. Nos compenetramos a la perfección, no paramos de reir, me sorprendo cuando la oigo hablar o leo sus correos en horario de oficina, y pienso que me ha robado las palabras... En muy corto espacio de tiempo se ha convertido en alguien muy importante para mí y no me canso de estar junto a ella. No recordaba sentir un flechazo así desde aquella época de exaltación de la amistad que es la adolescencia.
Voy poco a poco, no quiero abrumarla. Físicamente yo soy una persona muy afectuosa, cuando siento cariño por alguien me gusta abrazarle, cogerle, que haya contacto y notar piel con piel. Ella es algo más distante en ese sentido, pero sus sonrisas vienen siempre con ola de calor y notas como te envuelve por completo. Me estoy haciendo adicta a sus sonrisas y a sus carcajadas.
El sexo y las relaciones con los hombres salen en nuestra conversación constantemente. Yo estoy más liberada que ella, y creo que en realidad sólo necesitaba alguien que la fuera llevando de la mano, y le mostrase "por ahí, si. por ahí, puede... por ahí, yo no iría". Ella quería hacerlo, pero le faltaba que se tirase muy muy levemente de ella.
No sé hasta donde podrá llegar, no sé donde acabará ni dónde acabaremos. Sólo sé que la siento mi otra mitad, que encaja perfectamente conmigo, que me parece una mujer admirable y preciosa lamires por donde la mires. Es delicada y grácil, sexy y seductora a rabiar, a la par que una mujer pasional , directa y con las cosas clarísimas. Y os confieso que el otro día me sorprendí fantaseando cómo nos desnudábamos, nos acariciábamos, rozaba sus labios con los míos, ibamos muy muy muy lentamente mientras tú lo contemplabas silenciosamente. Pero no quiero decírselo, no quiero asustarla, no quiero forzar nada. Tampoco es ese mi objetivo. La siento tan bella, por dentro y por fuera, que no haría nada que la alejase de mí.
De momento, estamos empezando a jugar. Próximamente mi amigo de la sesión fotográfica inesperada va a hacernos una nueva sesión juntas a las dos. El otro día estuvimos los 3 cenando y de copas planificando la sesión (no se conocían aún, el objeto era romper el hielo) y no parábamos de reír imaginando como sería la tarde ... mientras le veíamos a él sudar la gota gorda. Si la sesión anterior conmigo fue morbosa para él, ahora, la posibilidad de multiplicarlo por dos debía estar poniéndole muy cardíaco...
Por desear y pedir un imposible, desearía que ella quisiera participar en este mundo conmigo. Que compartiéramos nuestra complicidad , ser dos mitades que conforman un +1, con hombres ambiciosos y tremendamente seguros de sí mismos que no se conformaran con un mujerón, sino en disfrutarnos a una y a otra, a diestra y siniestra, y en convertir esa situación en algo que nos uniera aún más. Pero debo, debemos, ir despacio. Yo me he adentrado en este mundo muy muy lentamente, pero sola. Ella me tiene a mí, pero no sé tan siquiera si llegará a entrar... Es ella quien debe decidir si quiere avanzar, yo sólo puedo mostrarle el camino que he ido eligiendo.
Feliz tarde de domingo!
Marina