Adiós, 2018. Bienvenido, 2019.
Este año se me ha brindado la oportunidad de recapitular sobre lo que ha sido 2018 a casi 500 km de Madrid, alejada de los míos en unos días de descanso dedicados enteramente a mí. Confío en que resulte una recapitulación productiva. There we go!
La familia real inglesa definía 1992 como su Annus Horribilis. El mío ha sido este, ya que desde luego, ha sido el año más duro de los últimos 10. Afortunadamente no ha habido pérdidas de seres queridos, pero si una complejísima circunstancia personal, prolongada ya en muchos meses, que me ha llevado a mis límites como individuo principalmente, seguido como pareja, madrastra, amiga, nuera, hermana y hasta compañera de trabajo. Todos ellos, en mayor o menor medida, se han resentido, y aunque no me lean, pido disculpas por haberles salpicado con mi frustración e insatisfacción. Ha sido como escalar el Everest con chanclas y biquini, tremendamente duro y sin las herramientas apropiadas, pero , ¿sabéis qué?. Que a pesar de todo, estamos muy cerca de la cima, y veo que a pesar de lo duro que ha sido, de que podíamos habernos quedado por el camino, ha merecido la pena. Tan sólo unos metros más...
Esta aventura de la escalada ha hecho que no solo mi disponibilidad se viera muy reducida, sino mis ganas, mi motivación, concentración. Ha habido pocas citas, pero las que hubo, fueron deseadas y anheladas como válvula de escape, han sido una bombona de oxígeno en toda regla. A quienes estuvisteis conmigo, gracias por haberme ayudado en esos altos en el camino.
Recibo 2019 con esperanza, con ganas de bajar de la cima con la conciencia del trabajo bien hecho o desde luego, de haberme dejado la piel, disfrutando del paisaje, recuperando de nuevo tiempo para mí, para mi pareja, para mis aventuras sola, para mis aventuras con él, para dar lo mejor de mi en todos los ámbitos de mi vida sin estrés, sin presiones, sin frustraciones. Me figuro que a una determinada edad, todos pedimos lo mismo : tiempo . Deseo que 2019 venga cargado de tiempo bien gestionado por mi para disfrutar de cada segundo de la vida. Tiempo para:
- Viajar (yo creo que los Reyes me van a traer 2 billetes para NYC en primavera...)
- Tiempo para salir a cenar, de copas, con amigos, a clubes...
- Tiempo para cuidarme física y mentalmente
- Tiempo para atender el tlf y mail de Marina
- Tiempo para excitarme
- Tiempo para haceros saber cómo me excito
- Tiempo para jugar
- Tiempo para fantasear
- Tiempo para escribir
- Tiempo para vivir, y no sólo sobrevivir.
Estoy segura de que quienes me conocéis desde hace varios años, habéis percibido un poco mi marchitamiento. Soy humana, y esto es la vida al fin y al cabo. Con el cambio de año, le pongo agua fresca al jarrón y sólo os queda estar pendientes de ver como reviven, una a una, todas las flores del ramo.
Feliz 2019!